Tener que planchar la ropa es una de las tareas más tediosas del hogar. Muchos buscan formas de evitar esta labor, pero no siempre se tienen en cuenta algunos detalles a la hora de tender la ropa. Utilizando los métodos correctos, es posible minimizar o incluso eliminar por completo la necesidad de planchar. La manera en que se tiende la ropa puede hacer la diferencia entre un armario libre de arrugas y uno en el que siempre se requiere un cuarto de hora extra para alisar cada prenda.
Un aspecto fundamental al tender la ropa es la elección del lugar. Es preferible seleccionar un espacio en el que la ropa pueda secarse con suficiente ventilación. Colgar las prendas en un área con buena circulación de aire ayuda a que se sequen más rápidamente y evita que se acumulen arrugas. Además, es crucial prestar atención a cómo se cuelgan las prendas. Algunas piezas, como camisetas o pantalones, pueden ser colgadas en perchas o en un tendedero horizontal, lo que permite que mantengan su forma original. Al tender las camisetas, es recomendable hacerlo al revés para evitar que el sol desgaste la tela.
La forma en que se coloca la ropa en el tendedero también es esencial. Es preferible no sobrecargarlo; asegurar que cada prenda tenga su espacio evita que se amontonen unas sobre otras, lo que provocaría que surjan arrugas. Al colocar las prendas, es útil estirarlas suavemente al colgarlas. Esto significa que, en lugar de simplemente colgar una camiseta, se debe tener en cuenta la parte inferior y los laterales, que deben estar bien extendidos. Esto permitirá que la ropa se seque sin la tensión habitual que causa las arrugas.
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La importancia de la técnica de secado
La temperatura y el método de secado también juegan un papel importante en la necesidad de planchar. Optar por secar la ropa al aire libre tiene múltiples ventajas; no solo es un enfoque más ecológico, sino que las temperaturas más suaves permiten que las prendas se mantengan menos afectadas por el calor excesivo, lo cual puede causar arrugas permanentes. Además, al sacrificar un poco de tiempo y permitir que la ropa se seque naturalmente, se conserva su calidad y textura a largo plazo.
Si se utiliza una secadora, es recomendable elegir un ciclo de secado adecuado y no sobrecargar la máquina. Esto es determinante, ya que las prendas apiladas en exceso en la secadora tienden a girar unas sobre otras, lo que agrava las arrugas. Así que, aunque se utilice este método, es importante retirar la ropa justo en el momento en que el ciclo ha terminado. Esto evita que las arrugas se asienten. Sacar las cosas todavía un poco húmedas puede facilitar la tarea de eliminar arrugas.
Otro recurso eficaz consiste en utilizar perchas o ganchos idóneos. Las perchas de plástico son una buena opción al tender camisas, por ejemplo. Al colgar el lado derecho de la prenda, se reduce considerablemente la posibilidad de que aparezcan marcas de clips que implican planchado posterior. Para las prendas que son susceptibles a la deformación, como los suéteres, es mejor tenderlas sobre una superficie plana.
Prendas que requieren atención especial
Algunas prendas pueden necesitar un cuidado especial al tender, como los abrigos o los pantalones de tela más pesada. Para estas piezas, el método de colgado en perchas es el más adecuado, pues permite que la gravedad elimine cualquier arruga que se forma durante el proceso de secado. Colocar los pantalones por la parte superior de la percha y asegurarse de que cuelguen libremente evita que se generen el doblez típico que tiende a suceder con los ganchos convencionales.
Las sábanas y las toallas son otras áreas donde se puede aplicar un enfoque estratégico. Aunque estos artículos grandes pueden no parecer problemáticos, si se doblan y se colocan bien al colgarlos, se reduce la necesidad de planchado. Asegúrate de que estén bien estirados al colgarlos para evitar la formación de pliegues. Si es posible, cuélgalos al sol, ya que además de secar la ropa rápidamente, el sol actúa como un desinfectante natural que puede agregar frescura a las prendas.
Adicionales trucos que marcan la diferencia
Además de estas estrategias, existen algunos trucos más que pueden hacer una notable diferencia. Utilizar ropa de alta calidad y que esté hecha de fibras naturales como algodón o lino, disminuye las posibilidades de que se formen arrugas en su secado. Algunos expertos incluso recomiendan utilizar suavizantes de tela que contengan ingredientes que reduzcan la tensión de las fibras, ayudando a las prendas a salir más suaves del tendedero.
Otra técnica útil es realizar un ligero vaporizado al finalizar el secado. Si bien esto podría sonar contradictorio, una rápida vaporización con un difusor de vapor adecuado puede ser extremadamente efectiva y rápida, logrando eliminar las pequeñas arrugas residuales sin tener que preparar una plancha y tabla.
El tiempo que inviertes en tender adecuadamente tu ropa se traduce en menos estrés y ahorro de tiempo a largo plazo, al evitar la necesidad de planchar. Reflexionar sobre cómo tender correctamente puede transformar por completo la experiencia del cuidado de la ropa, haciendo que disfrutar de prendas frescas y lisas sea una tarea mucho más sencilla y efectiva.