Atención al agujerito del candado: para qué sirve realmente y por qué no debes ignorarlo

Los candados están presentes en nuestra vida diaria mucho más de lo que imaginamos. Los usamos para asegurar maletas, bicicletas, taquillas del gimnasio e incluso puertas. Sin embargo, hay un detalle que la mayoría pasa por alto: el pequeño agujero que se encuentra junto al arco del candado. A simple vista, puede parecer decorativo o irrelevante, pero su función es mucho más importante de lo que se cree. Este diminuto orificio cumple varios propósitos técnicos y de seguridad que pueden marcar la diferencia en el uso y durabilidad del candado. En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber.


Qué es el agujerito del candado y por qué está allí

Ese pequeño agujero que muchos ven sin prestar atención tiene una razón clara de existir. No es un defecto de fabricación ni una parte sin sentido. De hecho, es una característica diseñada de manera intencionada por los fabricantes de candados. Su función principal es permitir el drenaje de agua en caso de que el candado esté expuesto a la intemperie o condiciones húmedas. Gracias a este orificio, el agua que entra puede salir, evitando así la oxidación de las piezas internas y prolongando la vida útil del mecanismo.


Previene la corrosión interna

Uno de los problemas más comunes con los candados que se usan en exteriores es la acumulación de agua en su interior. Si el agua permanece dentro del candado, puede provocar óxido, lo que dificultará o incluso impedirá que el mecanismo funcione correctamente. El agujerito actúa como una válvula de escape para el agua acumulada. Es decir, no solo es un detalle técnico, sino una medida preventiva muy eficaz contra el deterioro prematuro. Si alguna vez has notado que un candado se atasca, es probable que no haya podido drenar bien la humedad.


También se usa para aplicar lubricante

Otra función muy práctica de este orificio es que permite aplicar lubricante directamente al mecanismo interno del candado. Los cerrajeros recomiendan lubricar periódicamente los candados para asegurar un funcionamiento suave y evitar bloqueos. Gracias al orificio, se puede introducir un lubricante en spray sin tener que desmontar nada. De este modo, se alarga la vida del candado y se mantiene su eficacia sin complicaciones.


¿Se puede usar para abrir un candado?

En algunos tutoriales o videos en internet se ha sugerido que este agujero podría usarse para abrir candados, especialmente en situaciones de emergencia. Sin embargo, esta no es una función prevista ni garantizada por los fabricantes. Aunque algunos modelos podrían responder a técnicas específicas, intentar forzar un candado a través de ese orificio podría dañarlo o inutilizarlo. Por lo tanto, es mejor utilizarlo solo para sus funciones originales: drenaje y lubricación.


¿Todos los candados tienen este orificio?

No todos los candados lo incluyen, pero sí la gran mayoría de los modelos metálicos de uso exterior. Los candados de combinación o aquellos fabricados en materiales plásticos suelen prescindir de esta característica. Es más común en candados resistentes al agua o al clima extremo, precisamente porque está pensado como una defensa ante los elementos naturales. Si vas a comprar un candado para exteriores, es recomendable elegir uno que tenga este orificio.


Consejos para cuidar tu candado usando el agujero de drenaje

Para aprovechar al máximo este pequeño pero importante detalle, conviene seguir algunos consejos prácticos: <ul> <li>Si el candado se moja, colócalo en posición vertical para facilitar el drenaje del agua.</li> <li>Aplícale lubricante al menos una vez cada seis meses, introduciéndolo por el agujero.</li> <li>No tapes el agujero ni lo bloquees con objetos extraños, ya que esto anula su función.</li> <li>Si ves que el candado tiene óxido o no gira bien, revisa si el orificio está limpio.</li> </ul>

Estos simples cuidados pueden marcar una gran diferencia en el rendimiento del candado a largo plazo.


Conclusión

Ese pequeño agujerito al lado del arco del candado no está allí por casualidad. Tiene funciones esenciales que garantizan su buen estado y prolongan su vida útil, especialmente si se expone al agua o al polvo. Ahora que conoces su verdadera utilidad, puedes cuidar mejor tus candados y evitar fallos inesperados. ¿Ya sabías para qué servía ese orificio? Cuéntanos si lo has usado alguna vez o si después de leer este artículo lo verás con otros ojos.

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